En mi recorrido vital he aprendido que no existen varitas mágicas ni tampoco una sola herramienta o técnica que sirva para todo. Y mucho menos cuando hablamos de atender a las necesidades del ser humano.
Por eso creo en la ayuda desde diferentes abordajes terapéuticos, siempre manteniendo una mirada holística hacia la persona que acude a la consulta (atendiendo a lo emocional, lo psicológico, lo mental y su dimensión más transcendental o espiritual).
Para poder atender a todas estas dimensiones y poder ofrecer la ayuda más adecuada en cada caso me he ido formando en diferentes disciplinas de desarrollo personal y técnicas terapéuticas.
La atención al proceso y al momento vital de la persona me resultan fundamental para poder ofrecer el mejor acompañamiento posible, consciente de mis propias limitaciones y sentirme honesto con migo mismo y con quienes me solicitan ayuda. Y desde ahí, tras una entrevista inicial, propongo un tipo de terapia u otro en función de cual sea la demanda que trae, la necesidad que percibo y mis posibilidades dentro de mis capacidades.
En mi experiencia lo que más sana es el proceso, más bien el acompañamiento consciente al proceso de cada persona. La relación de confianza y confidencia que se establece entre el terapeuta y la persona que solicita la ayuda, crea el clima adecuado para recibir el apoyo que precisa, nutriendo así los aspectos intrapsiquicos que no fueron nutridos en su día para poder sanar las carencias que dejaron las heridas recibidas en su día.
Esto suele precisar de diferentes modalidades de intervención.
Por lo general una combinación de terapia individual y experiencia grupales suele aportar un buen resultado para la evolución de todas las personas.
Hay quien necesita iniciar por el contacto físico con menos contenido verbal, para los que es muy recomendarle el masaje o las sesiones individuales de Movimiento Autentico, que implican menos exposición verbal de los contenidos internos que la persona trae. Pero también hay quienes necesitan ser escuchados, mirados con respeto en sus contenidos mentales y aprender nuevas maneras de elaboración mental de sus asuntos para poder llegar nuevas comprensiones que les permitan mirar las situaciones desde otro lugar. O aprender a comunicarse de una manera mas sana, consigo mismo/a o con los de más.
No soy amigo del “rancho para todos” por lo que animo a una entrevista inicial en la que podamos evaluar las necesidades iniciales, encuadrar el tipo de linea a seguir y las técnicas que mejor pueden ayudar en esos momentos, señalando quizá acciones futuras para cuando la persona esté en otra fase y con nuevas necesidades.
Te cuento un poco de cada una de las técnicas en las que vengo apoyando mi intervención terapéutica para que puedas conocer algo de cada una de ellas y hacerte una idea.
Si tienes cualquier duda o necesitas ampliar información personalmente no dudes en ponerte en contacto conmigo, por mail o por teléfono.
Un saludo y gracias por tu tiempo e interés.