El tema de "la pareja" ha sido, a lo largo de toda mi vida, motivo de interés especial para mí. Esto ha llevado a buscar, probar y vivencias e investigar bastante, tanto a nivel personal como profesional, en diferentes vías y orientaciones. Tanto por mi necesidad de tratar de entender cómo funciona este tipo de relaciones humanas, como por la necesidad de encontrar un mayor bienestar en esta área de mi vida, en la que he tenido diferentes experiencias, estados y cambios en mis comprensiones.
Esta búsqueda me llegó a replantearme ideas y herencias socio -familiares, que me estaban condicionando y haciendo sufrir o causando daño, a mi y/o a mi entorno, de manera inconsciente. También a revisar mis patrones de relación y mis modos de entender la pareja y reajustar mis pretensiones, valores y expectativas con respecto a este área de mi vida.

Considero que, gracias a todo este recorrido en lo personal y a que gran parte de éste se viene produciendo dentro de una etapa en que ya tenía clara mi vocación de ayuda y mi práctica terapéutica, he podido también formarme profesionalmente en este área con personas y escuelas que han aportado a "la pareja" una atención especial y un modo particular de atenderlas. Por lo que cuando llegan parejas en la consulta, mi corazón se siente especialmente al servicio de ayudar a cultivar ese misterio que hace que dos personas quieran estar juntas y compartir sus vidas, sea en la forma que sea, bajo esta etiqueta de “pareja”, matrimonio, conciencia, intimidad, etc.
Normalmente, me gusta atender a las parejas que me solicitan en co-terapia. Lo he hecho con algunas compañeras en varias etapas de mis años de experiencia en la consulta. Compañeras que trabajaban también desde una orientación gestáltica y otras orientaciones de las que junto a ellas aprendí. Y aunque esta sea la formula en que más confío, a veces por circunstancias que lo impiden o por un par de sesiones de orientación, atiendo yo solo en mi consulta..
Sin duda tener el apoyo de otro terapeuta para poder mirar y contrastar las complejas dinámicas que cada pareja trae me resulta muy inspirador, frustifero y eficaz. Además me deja más tranquilo a la hora de detectar tendencias dañinas en ellos/as y poder priorizar los campos de actuación y la linea de trabajo a seguir. "cuatro ojos ven mucho más que dos. Y más ante el complejo enjambre de motivaciones y coreografías que una pareja suele tener en su inconsciente". También es cierto que esto de la co-terapia entraña una mayor dificultad a la hora de la coordinación de las agendas, un mayor costo económico para las parejas que vienen a consulta y para nosotros un mayor esfuerzo de atención a los propios contenidos ante el trabajo a dos, cosa que por otro lado me sigue pareciendo un modo de crecimiento muy interesante.
Ya desde hace un tiempo vengo desarrollando este área de mi consulta junto a una gran profesional, que además de contar con más de 35 años de experiencia atendiendo parejas, me ofrece gran confianza y tranquilidad. La considero en cierto modo una de mis maestras, no sólo en esta área sino en muchas otras en las que ella lleva mucho más tiempo que yo caminando y desarrollando la conciencia. Como por ejemplo el que sea una de las primaras discípulas en España de nuestro Maestro: Claudio Naranjo.

Asunta de Hormaechea me demuestra cada día y también en la consulta su gran humanidad, su humildad, su conocimiento y su profesionalidad. De ella y de su experiencia aprendo cada día en lo profesional y me nutro en lo personal con su amistad y cercanía. Estoy convencido de que esto nos está ayudando a tener tan buenos resultados en la consulta que compartimos.
Coincidimos en una mirada Gestáltica y en habernos formado en Constelaciones Familiares, lo que nos hace prestar una atención especial a la herencia sistemática que cada miembro de la pareja trae consigo, cosa que al trabajarlas, suele relajar muchas tensiones en pocas sesiones.
Compartimos también el convencimiento de que en la pareja no sólo se juegan nuestros mejores aspectos, sino a veces también los peores, si no les ponemos conciencia. El interes común de que "la relación de pareja" sea un camino de crecimiento para ambos. Y el deseo de que las personas con las que trabajamos puedan llegar a desprenderse de los patrones que a veces nos atrapan en relaciones insatisfactorias. Para que podamos encontrar un mayor grado de felicidad a través del cultivo la honestidad, la entrega, el compromiso y la libertad para expresar los sentimientos, generando cada día un mayor cuidado y respeto a uno/a mismo/a para poder ofrecérselo a un/a otro/a de manera sana y adulta. Son, cuando trabajamos juntos, lo que nos une en definir nuestros objetivos.
Trabajamos desde una gran confianza en que "las diferencias" pueden ser muy enriquecedoras para la relación de pareja, si conseguimos apoyarnos en los aprendizajes que estas nos implican y trabajamos en la aceptación de que hay todo abanico de diversidad fuera de nuestro modo personal. Y que gracias a esto podemos llegar a tener relaciones de pareja más inclusivas y satisfactorias. En las que los acuerdos explícitos sean la base del entendimiento y la libertad de elegir cada cual si quiere o no estar en esa pareja, renovar el compromiso desde la libertad y apostar por su desarrollo juntos o encontrar otras maneras.
Aprendí de Suzana Stroke (a quien admiré todo el tiempo que compartimos) que la pareja puede ser un lugar de crecimiento sin que tenga que "ir todo como la seda", entre otras muchas cosas. Con el creador de las Constelaciones Familiares, Bert Helinger, aprendí sobre la importancia de considerar mi propio sistema y el de mi pareja, de decir Si a todo ello, aceptándolo y honrando para poder seguir adelante. Y de mi maestro directo en esta área de la Sistémica: Joan Garriga, las sutiles diferencias entre el "Amor bueno" y el "Amor malo" y los 5 ítems que suelen estar presentes en parejas que funcionan y progresan, para que el Amor crezca y se retro-alimente positivamente. Y de algunos otros, la importancia del respeto, la profunda libertad que se puede encontrar en el compromiso de elegir estar en pareja y comprometerse con una persona desde la honestidad de cada cual, asumiendo la responsabilidad de mis propias acciones y reconociendo mis propias limitaciones…
Es con todo esto y con un profundo respeto a la singularidad de cada cual que trato de mirar a cada pareja que acude a consulta. Cultivando una confianza en la posibilidad que aporta para el Ser Humano poner conciencia en nuestros procesos, aplicarles una dosis de compasión y humor a nuestros asuntos para que no nos pesen tanto, ni nos aflijan el alma. Tratando de facilitar un espacio de encuentro en are los miembros de la pareja consultante en el que cada uno de ellos se sienta más libre y protegido para reunir la valentía de expresar asuntos pendientes, abrir nuevas vías de entendimiento y trabajar en nuevas formas de comunicación, practicando un nuevo modo de escuchar al otro desde la apertura y el respeto. Y esto suele tener un resultado muy satisfactorio tras una serie de sesiones no de mascado extensa.
También vengo facilitando talleres de pareja y de trabajo con la pareja interna o con las energías masculina y femenina, como un potente complemento puntual al trabajo de continuidad en mi consulta o la de otros profesionales.
Deseo que en pareja o sin ella seamos felices y cada día más conscientes, caminando adelante y evolucionando.